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Publicado el 30/04/2025
P(A)T lleva la mirada de las víctimas al Instituto de Seguridad Pública de Cataluña (ISPC): formar en humanidad para acompañar en el duelo
En nuestro compromiso de construir una movilidad más segura y una respuesta más humana frente a los siniestros viales, desde P(A)T, Asociación de Prevención de Accidentes de Tráfico, hemos formado a los nuevos mandos de los cuerpos operativos de policía local de Catalunya, para compartir la perspectiva de las víctimas de tráfico.
Durante la sesión, trasladamos un mensaje claro: detrás de cada siniestro hay una historia, una vida que cambia para siempre, mucho más allá de la actuación inmediata en el lugar de los hechos. Explicamos cómo, tras finalizar el trabajo operativo de los cuerpos de seguridad, empieza para las víctimas y sus familias un camino de duelo, adaptación y, muchas veces, de profunda soledad.
La importancia de cómo se comunica una tragedia
Uno de los aspectos que quisimos destacar es la enorme responsabilidad que conlleva comunicar a un familiar la noticia de un fallecimiento o una lesión grave. La forma en que esta información se transmite puede marcar una gran diferencia:
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Puede aliviar ligeramente el sufrimiento o, por el contrario, agravar el trauma si no se realiza con humanidad, respeto y sensibilidad.
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Unas palabras adecuadas, un tono empático y un acompañamiento respetuoso pueden hacer el duelo más llevadero, dentro del dolor inevitable de la pérdida.
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Al contrario, una comunicación brusca, fría o despersonalizada puede añadir sufrimiento a una situación ya devastadora.
Un atestado bien hecho no solo documenta un hecho, protege derechos y acompaña vidas.
Durante nuestra visita al Instituto de Seguridad Pública de Catalunya (ISPC), quisimos también poner en valor un aspecto fundamental que muchas veces pasa desapercibido: la importancia de realizar un atestado completo, riguroso y detallado tras un siniestro de tráfico.
Un buen atestado no es solo un documento técnico; es la base que permitirá a las víctimas y a sus familias acceder a la protección y el amparo que merecen ante la Ley y la Justicia. De su calidad depende que:
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Se puedan esclarecer con precisión las circunstancias del hecho.
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Se puedan depurar responsabilidades de forma justa.
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Se pueda garantizar el derecho de las víctimas a ser reparadas en su totalidad.
Además, un atestado correctamente realizado es clave para que las víctimas directas o indirectas puedan acceder posteriormente a apoyos económicos, tan necesarios para cubrir:
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Tratamientos médicos y rehabilitación por lesiones físicas.
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Terapias psicológicas para el abordaje del trauma y el duelo.
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Adaptaciones de vida necesarias ante una discapacidad sobrevenida.
Cuando un atestado es deficiente o incompleto, las consecuencias para la víctima pueden ser graves: procesos judiciales más largos, falta de acceso a indemnizaciones justas o dificultades para obtener ayudas esenciales.
Enseñar a quienes estarán en primera línea de intervención a dar malas noticias con humanidad no solo es una cuestión de ética, sino también de prevención de daños emocionales profundos.
Humanizar para transformar
La participación de P(A)T en estas formaciones tiene como objetivo sensibilizar a los futuros mandos, ayudándolos a entender la dimensión humana de su intervención y la importancia de una atención empática en cada fase del proceso.
Desde P(A)T seguiremos trabajando para que la mirada de las víctimas esté presente en todos los ámbitos: la justicia, la educación, la prevención y también en la formación de quienes tienen en sus manos la primera respuesta ante los siniestros de tráfico.
