FELICES FIESTAS, ¿PARA TODOS?

Hay fechas señaladas en el calendario en las que las ausencias se hacen mucho más presentes.

Y una de ellas sin duda es la Navidad. El momento del año en el que se supone que la familia vuelve a reunirse.

Para muchas familias eso ya no es posible y puede aflorar la tristeza y el desánimo que substituyen a la alegría del reencuentro. Sin embargo el entorno no siempre es comprensivo y uno puede sentirse obligado a mostrarse feliz para no ser un aguafiestas.

“Tienes que animarte” “Todo irá bien” “El tiempo lo cura todo” son algunas de las frases que a menudo se escuchan y que muestran la dificultad que tiene nuestra sociedad para convivir con el dolor. En la era de “si no eres feliz es porque no te esfuerzas lo suficiente” incomodan emociones como la tristeza, que en realidad tienen una función adaptativa en los procesos de duelo ya que nos lleva a la introspección para conectar con nosotros mismos, darnos un tiempo y preservar nuestra energía para coger fuerzas y volver a la vida y por otra parte funciona como expresión de la necesidad de apoyo.

Apoyo en forma de poder hablar de la persona que ya no está, expresar las emociones que emanan naturalmente que puede ser una mezcla de tristeza porque ya no está y alegría al recordar momentos entrañables. Los seres humanos, como animales sociales que somos, necesitamos de otros, de su compañía, de su apoyo, de su presencia que nos ayudan a seguir adelante. La pérdida de un ser querido puede generar un gran sentimiento de soledad al que se le añade la sensación de soledad por la incomprensión del entorno.

Por eso desde P(A)T os proponemos el PUNTO DE ENCUENTRO, un grupo de duelo de personas afectadas por siniestros de tráfico para transitar juntos el duelo.

Si tú o un familiar habéis pasado por esta situación escríbenos a pat-apat@pat-apat.org y te informaremos de cómo unirte al grupo. Vivirlo juntos, es mejor.