P(A)T Informa – 6

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Guía de supervivencia para peatones urbanos

En nuestras ciudades, el peatón puede tener la sensación que los vehículos le quieren «cazar»: en los semáforos, los pasos de peatones, incluso en la acera las motos le pueden perseguir. Sin embargo, el peatón puede, mediante una serie de pautas, incrementar su probabilidad de sobrevivir. Dichas pautas son, en muchos casos, sentido común.

Primero, cuándo atraviesa por un paso de peatones, sobre todo cuando el semáforo está intermitente para el tráfico, hay que esperar hasta que tiene paso, es decir, el hombrecillo se pone verde. No hay que cruzar cuando aún esta en el proceso de ponerse verde, ni tampoco cuando esta en el proceso de ponerse rojo.

Segundo, hay que mirar en la dirección de dónde viene el tráfico, y hay que mirar a los ojos del conductor del vehículo que viene. No basta suponer que dado que el peatón tiene cedido el paso, que el coche va a parar. Mirando a la cara del conductor (y no a la matrícula del coche) se verá si va despistado (hablando por el móvil, afinando la radio, cara endemoniada, etc.) o no.

Tercero, hay que elegir un lugar adecuado para cruzar la calle, sobre todo si es ancha y muy transitada. No se deben hacer trucos o atajos, a pesar de que Ud. pasa todos los días por el mismo sitio y conoce la sincronización del semáforo a la perfección, esto es así porque el tráfico NO ES previsible. Si la calle tiene laterales, no le dará tiempo a cruzarlos todos, quedarse antes de la última calzada lateral, es lo seguro. No hay que cruzar en puntos con visibilidad restringida, detrás de un camión, autobús, o entre coches aparcados.

Cuarto, si Ud. esta acompañado de niños pequeños, a personas mayores, o a Personas con Movilidad Reducida (P.M.R.), hay que tomar especial precaución. Los niños hay que llevarlos por la mano, bien agarraditos. Además, es importantísimo explicar in situ a los niños la necesidad de respetar las señales de tráfico, semáforos, etc., y los peligros que presenta el tráfico. No hay que correr desde una acera hasta la otra, ni salir delante de vehículos que claramente tendrán que hacer un frenazo para parar a tiempo. Diversos accidentes en cadena en la ciudad ocurren debido a movimientos repentinos de peatones o de otros vehículos. Así que hay que actuar de forma predecible.

Hay algunos puntos en la ciudad que son peligrosos por naturaleza, sea por el volumen de tráfico, por una pobre señalización o por el tipo de cruce. En estos casos es recomendable evitar el lugar peligroso y andar un poquito más hasta otro cruce más seguro.

En el paso de peatones, hay que tomar especial precaución cuando los semáforos acaban de cambiar. Es porque a menudo un conductor decide «jugárselo» y pasar en ámbar o rojo, y además, a una velocidad y aceleración mayor para conseguirlo. Es justo en este momento en que algunas personas empiezan a cruzar. Por esta razón, hay que esperar hasta que todo el tráfico ha parado definidamente antes de cruzar, a pesar de que la señal ya indica a favor del peatón.

En resumen, ya ves que estas pautas son de sentido común, pero ¿cuantas veces nos hemos jugarnos la vida por olvidar una de ellas?.