El patinete eléctrico: una buena alternativa de movilidad urbana eficiente y ecológica
Análisis de su siniestralidad vial en comparativa con otros vehículos y posibles soluciones
El uso de patinetes eléctricos en España ha experimentado un notable incremento en los últimos años, de 20.000 estimados por la Asociación de Usuarios de Vehículos de Movilidad Personal (AUVMP) en 2019 (Estudio: “Nuevos Sistemas de Movilidad Personal en ciudad y sus problemas asociados a la seguridad vial” de Fundación Mapfre) a los 700 mil de los últimos datos del 2022 (Estudio: “Análisis de la Siniestralidad de Vehículos de Movilidad Personal 2023”, de Fundación Mapfre), consiguiendo consolidarse como una buena alternativa de movilidad urbana, que ocupa poco espacio, es eficiente y ecológica.
No obstante, este aumento en su popularidad desgraciadamente ha venido acompañado de un crecimiento en la siniestralidad y en el número de personas hospitalizadas, que del año 2021 al 2022 aumentaron de 172 a 312. Aún así, el número de personas hospitalizadas por siniestros de tráfico en VMP sigue siendo bajo, con un porcentaje de un 3,7% en relación al total, y un 0,5% también respecto al total de las personas que perdieron la vida en siniestro de tráfico. Sin embargo, hay que intentar solventar para que no siga incrementando. Para ello es esencial realizar estudios que ayuden a vislumbrar las soluciones que mejor solventarían este problema. Y decimos problema, porque en los 297 siniestros, al menos 321 personas sufrieron alguna lesión y 12 perdieron la vida. Y cada vida perdida, o cambio drástico en la calidad de esta, cuenta.
Para poner en perspectiva estos datos, es útil compararlos con la siniestralidad de otros colectivos. Los peatones, motociclistas y conductores de automóviles presentan cifras de siniestralidad más elevadas. Por ejemplo, los motociclistas registraron 27.018 siniestros viales en 2022, mientras que los peatones contabilizaron 12.629. Los turismos, por su parte, sumaron 71.104.
Por todo ello, el Estado ha tomado medidas para mejorar la seguridad de los patinetes eléctricos, como la implantación de un certificado del vehículo, un seguro de responsabilidad civil, el uso del casco obligatorio, la regulación de la velocidad más cercana a la de la bicicleta eléctrica y la prohibición del uso de estos vehículos en las aceras. Desde P(A)T apoyamos todas estas medidas, sin embargo, aún queda trabajo por hacer para integrar de manera segura a los patinetes en el entorno urbano, nos explica Álvaro Nicolás, nuestro Asesor Técnico en P(A)T. “Es crucial que las infraestructuras urbanas se adapten para acoger a estos nuevos vehículos, con carriles bici adecuados y zonas 30 donde los patinetes y demás usuarios vulnerables (peatones, bicicletas…) puedan circular de manera segura. La experiencia de ciudades europeas como Copenhague, Utrecht y Ámsterdam, donde el tráfico es más calmado y las bicicletas tienen prioridad, pueden servir como modelo a seguir”, comenta.
El aumento en la siniestralidad de los patinetes eléctricos en España durante 2022 es un indicativo de que, aunque estos vehículos presentan numerosos beneficios que debemos seguir potenciando para el bienestar de todos, también plantean desafíos significativos en términos de seguridad vial. La adopción de más medidas reguladoras y la adaptación de las infraestructuras urbanas son pasos esenciales para garantizar una convivencia segura entre todos los usuarios de la vía pública. Entendiendo que la mejor opción es una ciudad en la que el peatón sea el centro y en la que la integración de los patinetes eléctricos en el ecosistema urbano debe ser abordada con una visión integral, aprovechando todo su potencial como medio de transporte sostenible y seguro.