El valor del testimonio de una víctima de siniestro vial: «Que sepas que antes del curso hacía un poco el loco y me gustaba correr para desahogarme. Se me han quitado las ganas de correr»
Desde P(A)T seguimos sumando vidas en los cursos recuperación de puntos para poder lograr el "Objetivo Cero"
«Gracias a la memoria se da en los hombres lo que se llama experiencia», dijo el filósofo griego Aristóteles (384 AC-322 AC). Y si analizamos y no olvidamos lo ocurrido compartiendo la experiencia podemos aprender de ella y, entre todos, evitar que vuelva a suceder. Ese es el objetivo que tienen los testimonios de víctimas en los cursos de recuperación de puntos del carnet de conducir, una labor que contribuye a concienciar a estos alumnos a través de una valiente exposición de lo que es uno de los momentos más duros que una persona puede vivir: las consecuencias de un siniestro vial.
Dar la vuelta a ese dolor y poder ponerlo en positivo buscando que no se vuelva a repetir es un ejercicio de solidaridad y valentía. La víctima ya no puede volver atrás en el tiempo y cambiar lo que desgraciadamente ha ocurrido, tiene que seguir viviendo con el fallecimiento de un familiar, aprender a vivir de manera diferente con una lesión… pero como todo siniestro vial se pudo haber evitado, se narra lo sucedido con la idea de que ninguna madre, ningún padre, ninguna familia o amigos tenga que experimentar esto en primera persona.
«Simplemente quería expresarle mi admiración y agradecimiento, porque gracias a personas valientes como usted podremos construir una sociedad más consciente de los peligros de los comportamientos que se dan a veces por algunas personas», contaba uno de los asistentes a estas clases.
Una acción social que requiere de mucho esfuerzo psicológico para el que explica, pero que también puede dar un sentido a las víctimas el saber que están contribuyendo a concienciar a la sociedad a través de su testimonio. Algo que produce un gran impacto para el que escucha, que -muy posiblemente- por primera vez se da cuenta que está más cerca de ser protagonista en un siniestro vial de lo que cree y muestra empatía decidiendo tener en cuenta la experiencia vital de esa víctima para cambiar su propio destino y el del resto de personas que todos los días comparten la vía con él.
Porque de repente los fríos datos que resuenan en la televisión cada lunes o cada vuelta de vacaciones en las noticias de cada telediario resulta que tienen nombre y apellidos, que son personas con gente que les querían, con sueños de futuro, con mucho bien que aportar a la sociedad, a las que les ha sido arrebatado su derecho a vivir. Y está en cada uno de nosotros poder lograr el «Objetivo Cero» si, por ejemplo, dejamos a un lado el móvil cuando cojamos cualquier tipo de vehículo, no bebemos si vamos a circular, si descansamos lo suficiente, o si respetamos las normas de circulación.
«Yo he perdido el permiso de conducir por usar el móvil al volante. No era consciente, hasta ahora, de que un pequeño gesto, como puede ser leer un mensaje de whatsapp, pudiera ser el causante de una tragedia irreversible como la que hoy tan valientemente nos ha contado. Lo veía solamente como una infracción, una posibilidad de multa», explicaba otro alumno después de recibir el testimonio de una víctima.
Por todo ello, desde P(A)T seguimos ayudando en clases de recuperación de puntos, esperando que esos puntos perdidos se conviertan en una advertencia para que no se siga un camino que ya sea imposible de revertir y dando la posibilidad y las gracias a las víctimas que quieren seguir sumando vidas contando su experiencia.
«Que sepas que antes del curso hacía un poco el loco y me gustaba correr para desahogarme. Se me han quitado las ganas de correr. Es más, ahora respeto las señales de velocidad. Conmigo lo habéis conseguido»
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